La palabra de un diez

Por calidad, juego y talento, Javier Barraza es el diez de Newbery. Pero en este mano a mano, el flamante campeón del Torneo Apertura demostró que también es un diez fuera de la cancha. En un momento de euforia por el título conseguido, Javi hace una autocrítica del último partido, revela sus sensaciones, y lo más importante, destaca la calidad de personas que componen el grupo y recuerda a los que lo armaron a principio de año. 

¿Cómo viviste la consagración?

Haber conseguido un nuevo título con mi Club es algo muy lindo y muy especial. Después de lo que pasó con Luis (NdeR: Luis Guevara, exentrenador de Newbery), el grupo se propuso jugar los partidos restantes como si fueran cuatro finales. Estábamos 5 puntos abajo y sabíamos que nos quedaba el clásico y que Roberts podía perder puntos como finalmente se dio.

¿Y el último encuentro con La Gloria?

Nunca encontramos el buen juego ni el control de la pelota y eso lo pagamos con el gol que nos convirtieron. Tuvimos que esforzarnos el doble porque quedaban pocos minutos y necesitábamos un gol, que se nos dio en la última jugada y nos dio un título. Fue muy emotivo ver a toda la gente apoyándonos en los últimos minutos, ese empate y el campeonato fueron un agradecimiento hacia ellos, además era cumplir el objetivo que nos habíamos prometido. Fue muy lindo ver festejar a la gente en la cancha y luego en la sede, cantando con nosotros.

¿Pensaste que se les escapaba la definición?

Tengo que reconocer que cuando nos marcaron el gol me angustié mucho, hasta llegar a tener lágrimas en los ojos por pensar que se nos escapaba el campeonato. Quiero mucho a este club y no poder ser campeón por errores nuestros no me lo iba a perdonar. Todos nos dimos cuenta que jugando de esa manera no lograríamos festejar y en mi caso particularmente se me cruzó por la cabeza un desempate con Argentino. Pero entre todo eso también surgió la fortaleza, el hambre, y las ganas de todos nosotros para pelear cada pelota al ciento por ciento y buscar el gol del empate. No jugamos bien tampoco en esos minutos, pero la valentía, el ir en busca de todo y el apoyo de la gente nos permitió convertir, con un verdadero golazo de Carlos y sentir que el titulo ya no se nos escapaba.

¿Alguna vez te tocó una definición tan apasionante como esta, con el Roberts en el medio?

No recuerdo un final de campeonato semejante a la que se dio en este torneo. Para nosotros, los últimos 4 partidos eran finales y había que jugarlas como tal. Si nos mentalizábamos de esa manera íbamos a pelear hasta la última fecha. Cuando caímos en La Colonia frente a Deportivo 17 fue un duro golpe para nosotros, pero nos dimos cuenta que era mejor perder ahí y no en las fechas finales. Aprendimos de ese partido y es lo que en parte nos abrió la cabeza para saber de lo que éramos capaces, de nuestro potencial y del buen equipo que hay hoy en día. Cuando le ganamos a El Ceibo y  a Unión de Bonifacio, llegábamos iguales que el Roberts y era una motivación extra porque no sólo disputabamos el partido más importante para nosotros, sino que también estaba en juego gran parte del campeonato. Al ganar esos encuentros estábamos convencidos que el campeón debía ser Newbery. Se nos dio y estamos felices. La definición del torneo 2006 fue otra de las más dramáticas, comparando con esta, porque marcamos el gol en el segundo tiempo del suplementario, claro que ahí ya era una final y no una última fecha. Hablando con mis compañeros recordábamos ese partido a modo de comparación.

¿Por qué crees que Newbery se quedó con el título?

Porque nos lo propusimos, porque desde la primer fecha se fue armando un grupo bárbaro, muy unido, donde todos tiramos para el mismo lado. Hay una frase que antes de entrar a la cancha la decía Rulo Benito y es lo que nos reflejó y caracterizó en el torneo: “ninguno de nosotros es tan importante como todos nosotros juntos”.

Siempre supimos que si nos consolidábamos en todas las líneas íbamos a tener más alegrías que tristezas y dio resultado. Por esto es que creo que fuimos campeones, por ser un equipo integrado por buena gente, por buenas personas que nos apoyamos el uno al otro, y  a su vez, grandes jugadores.

¿Qué significa para vos este campeonato?

Ser campeón con el club del que soy hincha fanático y en el cual llevo 20 años defendiendo los colores, me provoca mucha felicidad, mucha alegría. Es un sentimiento difícil de explicar, porque cuando vez a la familia, a los amigos, a la gente en la calle que te saluda y te alienta para afrontar cada domingo es hermoso. Tengo la suerte de hace muchos amigos a través del club y quiero compartirlo con ellos, con Luis Guevara y Hugo Peñas que formaron el equipo a principio de año, y con mis compañeros por sobre todo, porque son grandes personas.